Cambio de temporada: cómo guardar la ropa de verano

El cambio de armario es una de esas tareas del hogar que parecen sencillas pero que acaban dando más de un dolor de cabeza. ¿Estás pensando en convertir tu armario de verano en un armario de invierno? Pues, sigue leyendo. Hoy te damos las claves definitivas para guardar la ropa de verano de forma sencilla aprovechando bien los espacios y los recursos de los que dispones.

 

Guardar la ropa de verano: Planifica antes, durante y después

¿Qué resultados esperas si te pones a hacer las cosas a lo loco? Surgirá simplemente un bonito caos. O no tan bonito. La planificación antes, durante y después es esencial a la hora de guardar la ropa de verano. Así, antes de lanzarte a recogerla sin más hazte una imagen mental o un croquis de cómo vas a organizarla, qué espacio vas a utilizar, el orden en el que la introducirás en el armario… y, por supuesto, cuál de ellas deseas donar, reciclar o simplemente eliminar de tu armario.

El esencial al guardar la ropa de verano: la limpieza

Por supuesto, una vez hayas quitado la ropa de verano de tu armario, límpialo bien antes de guardar la de invierno. Tanto a nivel cajones como a nivel estantes y puertas. Sí, sabemos que ya lo tenías en mente, pero siempre viene bien recordarlo por si las moscas. No te olvides de la ropa. Si te la has puesto un par de veces y ha acabado perdida en una estantería solitaria, lávala bien antes de guardarla, tanto la de verano como la de invierno. Piensa que son prendas que han estado y van a estar guardadas durante medio año. Aunque no las veas sucias, necesitan un baño.

Aprovecha espacios y evita las polillas

Una vez has decidido qué ropa guardar y qué ropa donar, ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. Ahora que ya sabes qué espacio vas a utilizar para guardarla, organiza bien la ropa al almacenarla. Así, si vas a guardarla en cajas, una idea genial puede ser utilizar rótulos para saber qué caja contiene qué prendas. Por supuesto, no la metas a lo loco. Lleva un orden: ya sea alfabético, por tipo de prenda…

Además, si no quieres que las polillas se instalen como huéspedes no bienvenidos en tu armario y hagan su agosto con tu ropa y tus tejidos, ¡evítalas! Hoy en día es tan fácil como hacerte con un antipolillas, que además, en muchos casos, proporcionará a tu armario un agradable olor a lavanda durante los 6 meses que necesitas antes de hacer el nuevo cambio de armario. Si tienes dudas sobre el funcionamiento de estos productos, no puedes perderte este post en el que te contábamos en detalle cómo sacarles partido.

Y tú, ¿qué otras claves sigues para guardar la ropa de verano? ¡Compártelas con nosotros!

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