Trucos para limpiar un horno grasiento

Con el cambio de estación puede que tú te hayas mudado por motivos de trabajo. Quizás son tus retoños los que acaban de instalarse en un piso compartido para iniciar su curso universitario. Todo parece ir sobre ruedas hasta que…¡horror!…abres la puerta del horno y te encuentras que jamás ha recibido la visita de una bayeta. ¿Cómo enfrentarse a tamaño temor? Tranquila, sigue leyendo, estos pequeños consejos se convertirán en tu tabla de salvación.

 

 

Horno grasiento Fase 1: Limpiar

  • Prepara el entorno del horno. Si la grasa que yace en su interior es abundante, no querrás que acabe en el suelo o en otras partes de la cocina. Intenta «cercar» el perímetro del horno cubriendo el suelo y las zonas susceptibles de ser manchadas con papel de periódico viejo o trapos que puedas echar directamente a la basura tras su uso.
  • Enfúndate en un traje de limpieza. A pesar de que la tecnología actual nos ha dotado de hornos pirolíticos, que reducen a cenizas cualquier tipo de suciedad, en muchas casas esto es aún una utopía. Si vas a enfrascarte en una limpieza a fondo, no uses tus mejores galas. Aunque emplees los productos más efectivos del mercado para el zafarrancho, este es un consejo básico.
  • Ventilación, siempre ventilación. Como en cualquier otra tarea de limpieza intensiva, además de buena música, te recomendamos una correcta ventilación de la cocina. Si no tiene ventanas, aprovecha al máximo el poder de la campana extractora.
  • ¡Manos a la obra! Tras preparar el entorno llega el momento crucial de la limpieza. Puedes emplear para ello productos como Splash, que te asegurarán una gran adherencia incluso a las paredes verticales del horno y facilitarán la tarea. Recuerda, eso sí, leer siempre con gran atención las normas y precauciones de uso.

splash limpia hornos horno grasiento

Horno grasiento Fase 2: Prevenir nuevas manchas

Lo has logrado, has dejado el horno de tu nuevo hogar como los chorros del oro. Ahora llega el momento de evitar que se manche de nuevo. ¿Cómo lograrlo? Anota en tu lista de imprescindibles estos consejos.

 

  • Mejor prevenir que curar: Elige siempre los recipientes más adecuados para las preparaciones, haz uso del papel vegetal con sabiduría y forra tus bandejas con él. Por supuesto, ten cuidado al retirar los recipientes y evita el exceso de aceite.
  • No dejes para mañana la mancha que puedas limpiar hoy. El mejor  truco que se puede poner en práctica para evitar un horno sucio es ser eficiente en los cuidados y atenciones diarios a tus herramientas de cocina. Si algo se mancha, intenta limpiarlo en ese instante. Si te resulta del todo imposible, al menos retira la mayor parte de la suciedad con un paño o una toalla de papel.

 

Con estos trucos y consejos básicos tu victoria frente a la grasa del horno debería estar asegurada. Nos encantaría conocer tu experiencia, ¿cuál es el peor horno grasiento al que te has enfrentado?

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