Es la bebida más consumida del mundo. Cientos de miles de personas comienzan el día con una buena taza de café y muchos repiten varias veces más. A veces demonizado, parece que los últimos estudios se inclinan por alabar un consumo moderado gracias a diferentes beneficios que se le asocian.
Un poco de historia
Aunque los orígenes ancestrales del café se asocian con el pueblo oromo de Etiopía, su consumos tal y como lo conocemos café se remontan al siglo XV. Yemén fue el lugar desde el cual empezó a propagarse su popularidad. Fue prohibido por imanes conservadores de La Meca durante un tiempo debido a sus conocidos efectos.
En 1583, el médico alemán Leonard Raulwolf fue el primer europeo en descubrir la bebida y describirla en occidente. En 1600 el café llega a Europa a través de los mercaderes venecianos y al igual que en La Meca, las diferentes órdenes religiosas desconfiaban de el. Pero su avance ya fue imparable hasta la actualidad
La cafeína
La cafeína no deja de ser un potente psicoactivo. Se le asocian numerosos beneficios comprobados en muchos estudios: mejora el ánimo y la memoria, nos mantiene alerta, nos aporta energía, mejora la función cognitiva y nos ayuda a quemar grasas.
Beneficios para prevenir enfermedades
-Un estudio reciente, afirma que tres tazas de café al día reducen el riesgo de muerte.
-El café también puede ayudar a prevenir la diabetes prevenirse. El riesgo de padecerla desciende concretamente entre un 23 y un 50% en consumidores de café.
-Disminuye el riesgo también de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
-Previene el riesgo de infarto de miocardio como corroboran estudios como este del que nos habla la Fundación española del corazón.
-Es un buen aliado contra la depresión.
La mejor forma de consumirlo
Si queremos simplemente aprovechar los beneficios del café, lo mejor es tomarlo solo o con un poco de canela para darle un toque de aroma. Mezclarlo con azúcar, edulcorantes, leche o miel aporta mucho sabor pero dispara sus calorías.
