Con las altas temperaturas que estamos viviendo estos días nadie diría que el otoño ha entrado en nuestras vidas. Sin embargo lo ha hecho y como buenos previsores debemos asegurarnos que nuestra vivienda y jardín están preparados para la llegada del invierno. ¿Sabes cómo hacer el mantenimiento de la piscina en otoño? Si este es tu primer año como orgulloso propietario de una de ellas, esta entrada es para ti. Presta atención y el invernaje será coser y cantar 😉
El mantenimiento de la piscina antes de las primeras heladas
Los meses de septiembre y octubre suelen combinar cambios de temperatura repentinos con intensas tormentas. Esto puede ser un verdadero dolor de cabeza si vives en una zona donde es posible aprovechar al máximo los últimos rayos del sol. Para no renunciar a tu piscina a la primera de cambio existen varias tareas que puedes llevar a cabo de forma periódica y que alargarán los días de baño de toda la familia.
- No vacíes el agua de tu piscina a la primera de cambio. En el pasado, una vez el calendario marcaba la llegada de septiembre muchos usuarios vaciaban sus piscinas hasta la siguiente temporada de baño. La tecnología actual nos permite ser más amigables con el entorno y mantenerla llena sin riesgo para los habitantes de la casa. Eso sí, es imprescindible seguir la pie de la letra las instrucciones de fabricantes e instaladores.
- Usa el recogehojas, ¡a diario! A pesar de que en algunas zonas las temperaturas no han bajado, las hojas sí han empezado a caer. Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son el momento perfecto para retirar hojas. Busca también otros elementos extraños del agua y no los dejes a remojo.
- Controla el ph del agua de forma regular. El polvo, hojas y restos de polen pueden afectar al equilibrio químico del agua. Tanto por tu piel como por el medioambiente es importante que el ph se encuentre entre 7.2 y 7.6. Si nunca has ajustado el de la tuya, aquí te explican cómo hacerlo y este es el mejor momento para aprender.
- No te olvides de depurar. Puedes reducir la frecuencia del depurado porque ya no usas la piscina a diario. Sin embargo, es un buen hábito que debes mantener.
- Instala una cubierta si no lo has hecho hasta el momento. En la actualidad existen cubiertas para piscinas de los más diversos materiales. Su función es evitar la entrada de elementos extraños en el agua y facilitar el mantenimiento entre temporadas.
Ya he terminado mi temporada de baño, ¿cómo protejo mi piscina?
¿ Has dado por cerrado el calendario de baños de esta temporada? Es hora de despedirse de la piscina hasta el próximo año. Para reencontrarte con ella en las mejores condiciones sigue al pie de la letra estos mandamientos.
- Prepara la cubierta, ¡y haz uso de ella! Se trata de un aliado esencial en el mantenimiento de las piscinas cuando dejamos de usarlas a menudo. Si la has tenido almacenada, retira el polvo y otros residuos, emplea un limpiador específico según las instrucciones y la tendrás lista para el invierno. Eso sí, recuerda aplicar un tratamiento antimoho para hacerte a ti mismo la vida más fácil. Tu yo del futuro te lo agradecerá.
- Clora el agua y controla la aparición de algas. A pesar de que darás un largo descanso a tu piscina, no debes olvidar el control del nivel del cloro. Esto te evitará sorpresas cuando hagas la revisión periódica de aquello que se esconde bajo la cubierta. Estamos seguros de que no querrás encontrarte esto que nos enseñan desde Bricolemar
Para que esto no te pase también a ti, no te saltes los tratamientos alguicidas y revisa el agua a menudo. En un mundo ideal este producto se aplica dos veces. En esta época la primera y al final del invierno la segura. El control del estado del agua se debe llevar a cabo cada dos o tres meses durante la invernación.
- No te olvides de filtrar y depurar. Aunque reduzcas la frecuencia de la depuración, cada dos o tres semanas reserva un ratito al día para ponerlas en funcionamiento. Esto eliminará polvo, restos acumulados de residuos y, también, las posibles larvas de insectos que se hayan atrevido a invadir tu reino de verano.
- No te duermas en los laureles y revisa. La temporada de otoño-invierno significa dejar a tu piscina descansar, pero no está de más revisar de vez en cuando bombas, depuradoras y «skimmers». Esto puede salvarles la vida, ya que si te anticipas a las heladas no sufrirán daños al congelarse el agua que puedan acumular en su interior.
¿Qué puede pasar si no hago un correcto mantenimiento de la piscina en otoño?
Lo nuestro no es ser agoreros, pero una piscina con agua en otoño e invierno a la que no le prestes su debida atención se convierte en el hogar ideal de diferentes tipos de animalillos. Una colonia de mosquitos pone en apuros hasta a la familia más pintada.
Evita estancamientos y que tu jardín se convierta en un atractivo lugar de puesta para insectos con estos pasos:
- Cubre tu piscina y aplica los tratamientos indicados por el fabricante para el proceso de invernaje.
- Revisa de forma periódica el estado del agua y aplica los productos necesarios a su situación.
- Comprueba que no existe ninguna otra zona con agua estancada en las inmediaciones de tu vivienda, urbanización o barrio. Si la detectas, elimínala o comunícalo a quien corresponda (la comunidad de vecinos, el ayuntamiento…)
- Si detectas mosquitos, alerta. Hoy en día existen muchos métodos y mosquitoalert, por ejemplo, te permite hacerlo desde tu «smartphone».
¿Has aplicado algún cuidado extra al mantenimiento de tu piscina? Déjanos un comentario y lo añadiremos a nuestra lista de imprescindibles 😉