La decoración y cuidado de los muebles es un tema que nos trae a todos de cabeza, sobre todo cuando se trata del cuidado de materiales tan delicados como el cuero. Este material, es muy demandado en los muebles por su elegancia, tacto y calidad, pero es también complicado de cuidar y tratar. Hoy, en el blog, hemos recopilado unos cuantos consejos a tener en cuenta para que tus muebles duren mucho más, tanto en invierno como en los días más calurosos. ¡Sigue leyendo!
Lo primero que debemos saber es que existen diferencias entre los tipos de cuero. En este sentido, es importante prestar atención al aspecto de las pieles; al tratamiento al que han sido sometidas y al porcentaje de piel auténtica en relación con otros elementos sintéticos presentes en la composición del tejido. La calidad del producto de cuero aumentará en función del nivel de piel natural, que aporta a estos objetos una mayor resistencia, aunque también lo hará su precio.
Asimismo, dependiendo del tipo de cuero, será más o menos sencillo limpiar los muebles. Algunas de estas tipologías de pieles pueden limpiarse fácilmente, pero otras pueden dañarse al aplicar determinados productos de limpieza.
Estos son algunos consejos que te recomendamos seguir para mantener tus muebles de cuero limpios y que su uso perdure en el tiempo, a pesar del desgaste que provoca el uso cotidiano.
1. ¡No lo mojes!
Cualquier interacción entre el cuero y los líquidos es una mala idea. Ten cuidado de evitar en la medida de lo posible salpicaduras, líquidos derramados…. Si dejas que se seque, quedará la marca y será imposible eliminarla del todo.
2.Evita el sol y la exposición al calor
La luz directa y el calor también dañan este tipo de materiales ya que deshidratan el cuero, que puede empezar a agrietarse y perder su tonalidad original. Antes de ubicar tu sofá, procura encontrar una zona donde la luz no caiga directamente encima del mueble y que no tenga un foco de calor (radiador, estufa….) demasiado cerca. De no ser posible, cubre esa zona del sofá con mantas y/o cojines para evitar que las sobreexposición a la luz solar dañe el tejido.
3.¡Cuidado con las manchas!
Si algo se cae en la superficie de tu mueble de cuero, pon con la mayor rapidez posible un paño seco o papel de cocina presionando para absorber la mancha. ¡No frotes! La mancha se extenderá y será más difícil de eliminar. Tampoco lo mojes. Puedes dañar el color y superficie de la piel.
4.Evita la aspiradora
La aspiradora no es un buen ayudante a la hora de limpiar el polvo sobre superficies de cuero, ya que puede rayar la piel y dejar marcas indelebles. Para eliminar el polvo, utiliza mejor un paño húmedo, que no mojado, preferiblemente de microfibra o de un material suave. Si tu mueble es de piel blanca o de un color claro, este paño ha de ser blanco, pues otro color podría quedar marcado en la superficie del cuero.
5.Usa productos específicos para limpiar
Como ya te hemos dicho, el cuero es delicado, por lo que debes tener especial cuidado con los productos de limpieza empleados al tratar alguna mancha o intentar limpiar el sofá. No te arriesgues y apuesta por productos específicos, como las toallitas limpiadoras de cuero Hechicera, que además de tratar la mancha y limpiar sin mojar o dañar el material, hidratan el cuero, ayudando a su preservación.
¡Ahora es tu turno! ¿Tienes algún truco más para preservar el cuero que no mencionamos? ¡Cuéntanos en los comentarios!