El plumífero o plumas es una de las prendas más utilizadas en otoño e invierno. Nos protege del frío además de resultar muy vistoso y estético. Muchos no saben cómo hay que hacer a la hora de lavarlos. Con esta entrada vamos a despejar vuestras dudas al respecto.
Lo ideal es no lavarlos más de dos veces por temporada para evitar su deterioro. El lavado a mano es complicado por el volumen de la prenda y el peso que adquiere al sumergirla en agua. Por eso recomendamos el lavado a máquina.
LAVADO A MÁQUINA
-El primer paso sería darle la vuelta a la prenda para lavarla del revés y cerrar todas sus cremalleras y bolsillos.
-Lávalo solo, sin otras prendas para que la prenda quede lo más holgada posible en la lavadora.
-Elige un programa para ropa delicada, en agua fría y con un detergente específico para ropa delicada.
-Centrifuga con un programa suave, como máximo a 400 revoluciones.
SECADO
-Si vas a secarlo al aire, colócalo sobre una superficie plana para que las plumas no se acumulen en la parte baja. Intenta colocarlo de manera que el plumaje quede bien distribuido y evita que los rayos del sol le den directamente. Cambia de posición y dale la vuelta cada dos o tres horas.
-Si vas a utilizar la secadora para hacerlo, es fundamental elegir un programa lento y a baja temperatura. Un truco que suele utilizarse es introducir tres o cuatro pelotas de tenis junto con la prenda con el objetivo de que se apelmace lo menos posible.
-En ambos casos es importante asegurarse de que el proceso de secado es total para evitar que las plumas se deterioren.