Pocos suelos lucen mejor que los de un buen parquet de madera brillante. Pero son muchas las amenazas a las que a diario se ven sometidos: tacones de zapatos, el movimiento de las sillas o de cualquier mueble, los juguetes de los niños, las uñas de las mascotas… es casi imposible mantener el parquet libre de rayaduras. Pero cuando estas aparecen, no te lleves las manos a la cabeza, existen muchos trucos para disimularlas. Hoy te explicamos los que mejor funcionan.
RAYADURAS LEVES
Si las rayaduras son superficiales, sin profundidad, podemos arreglarlo empleando simplemente una solución a base de ¾ de aceite mezclado con ¼ de vinagre. El proceso consistiría en aplicar la mezcla con un paño sobre la rayadura y dejarla actuar unos minutos. Tan pronto se seque, notarás la diferencia.
Para los parquets de roble, nogal o caoba existe otra solución infalible: el yodo. Sólo tienes que aplicarlo directamente sobre la superficie afectada con un pincel, poniendo especial cuidado en no salirte de la rayadura.
Otra solución efectiva es utilizar un marcador o rotulador para madera de un color similar a la madera del parquet.
RAYADURAS MEDIAS
Para las rayaduras con un poco de profundidad y más marcadas que en el primer caso utilizaremos una lija de agua o ultrafina que pasaremos por la marca. A continuación pasaremos un poco de barniz o cera para devolverle el brillo original.
RAYADURAS PROFUNDAS
Las rayaduras más profundas deben tratarse con papel de lija. Frotaremos la superficie con movimientos circulares hasta que notemos que comienza a desaparecer. Después tendremos que aplicar masilla para madera asegurándonos que sea del mismo color que nuestro suelo (podrás encontrarla fácilmente en ferreterías o tiendas de bricolaje).
La aplicaremos con una espátula de goma y debemos ser cuidadosos de distribuirla bien por toda la grieta para rellenar todo el fondo. Una vez cubierta debemos pasar de nuevo la lija suavemente para igualar el contorno y por último eliminar el polvo y cubrir el área con barniz o laca para parquet.